Ante el anuncio de paro convocado por la práctica totalidad del transporte de mercancías por carretera, José María Bonmatí, director general de la principal asociación de cargadores del país, AECOC, se ha apresurado a rechazar uno de los puntos en los que se fundamenta la protesta: la obligación de realizar la carga y descarga de la mercancía, por parte de los conductores de nuestros vehículos, debido al elevado coste que supondría para los operadores.
En opinión de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) estas declaraciones son injustas, indignantes y velan, únicamente, por los intereses de las empresas cargadoras y sus clientes, sin importarles un bledo las consecuencias que esta medida supone para el transporte de mercancías por carretera.
Uno de los pocos aspectos positivos a destacar en los casi 100 días de estado de alarma ha sido el trabajo realizado por los profesionales de la carretera, que una vez más han demostrado su compromiso social y el carácter tan esencial de la actividad que desarrollan, pese a las enormes dificultades y riesgos a los que han tenido que enfrentarse durante esta pandemia. Esta labor tan extraordinaria, que ha sido objeto de reconocimiento por la sociedad en general, se ha visto empañada, una vez más, por la actitud mostrada por una parte muy importante de nuestras empresas cargadoras, tanto por el trato inhumano que han dispensado a nuestros conductores en muchas plataformas logísticas y centros de carga de las mercancías, donde se les ha negado hasta la posibilidad de acceder a los aseos y servicios más básicos, como por la imposición de realizar las labores de carga y descarga cuando no disponíamos de ningún tipo de protección con el consiguiente riesgo de contagio.
En la CETM no saben que molesta más, si que nuestros cargadores no hayan tenido la decencia de ser ellos mismos quienes desistan de que los conductores realicen estas operaciones, en aras de algo tan básico como es garantizar la seguridad de unos profesionales que lo han dando todo para cumplir con su responsabilidad en estos momentos tan difíciles, o que dichos cargadores solo se preocupen de proteger sus intereses económicos a base de abusar de la parte más débil de la cadena de suministro, como somos los transportistas, obligándonos a que carguemos y descarguemos los camiones solo por ahorrarse el coste que ello supone y sin tener en cuenta las más mínimas medidas de protección de los riesgos laborales.
El sector del transporte de mercancías por carretera no va a consentir más abusos por los intereses partidistas de nuestros cargadores. Como ya hemos puesto de manifiesto en repetidas ocasiones, estamos hartos de las presiones de nuestros clientes para que los conductores realicen un trabajo que no les corresponde y que pone en grave riesgo su seguridad personal. Hasta la Comisión Europea ha recomendado a las empresas de transporte que sus conductores se queden en las cabinas de sus camiones mientras que “el personal local de la empresa que recibe/envía la mercancía realiza estas operaciones”. En consecuencia, entendemos que cada parte de la cadena logística debe asumir la responsabilidad que le corresponde y la de nuestros conductores es conducir. Mal van a poder prestar sus servicios a esta sociedad a quien sirven con toda su fuerza y dedicación, ahora y hasta que logremos acabar con este maldito virus, si enferman o se accidentan.
Con estas declaraciones, AECOC está entorpeciendo las negociaciones que el transporte de mercancías mantiene con el Gobierno, con el objetivo de construir un marco normativo justo para nuestro sector y evitar así que el servicio que prestamos, y que da vida a nuestra sociedad como ha quedado claramente demostrado durante esta pandemia, se detenga los próximos días 27 y 28 de julio para los que hay convocado un cese total de la actividad del transporte.